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Internacional

El alcalde de Nueva York, Eric Adams, solicitó al Concejo Municipal la prohibición de los carruajes de caballos en la ciudad e impulsó una orden ejecutiva que fortalece la supervisión sobre este sector. La iniciativa, conocida como Ley Ryder, busca reemplazar gradualmente los carruajes tradicionales por vehículos eléctricos, tras incidentes que provocaron la muerte de caballos como Ryder y Lady, así como fugas y accidentes con pasajeros.

Adams calificó la medida como un asunto de seguridad pública y bienestar animal: “Estamos dando pasos para prohibir la industria de carruajes de caballos en la ciudad de Nueva York. Es lo correcto. Hemos visto demasiados incidentes donde caballos se desbocan o mueren en la calle. Somos mejores que eso como ciudad”.

La orden ejecutiva instruye a las agencias municipales a fortalecer la vigilancia, permitir la devolución voluntaria de licencias y elaborar esquemas de reubicación laboral para los conductores afectados. La Ley Ryder lleva más de un año estancada en el Concejo Municipal, aunque cuenta con amplio apoyo ciudadano: un sondeo reciente indicó que el 71% de los neoyorquinos respalda la prohibición de los paseos tirados por caballos.

Organizaciones como NYCLASS y PETA consideran la medida indispensable para proteger la vida de los animales y de las personas. Por otro lado, los conductores y el sindicato Transport Workers Union (TWU) han rechazado la iniciativa, denunciando que busca intereses inmobiliarios y afectaría a unas 170 familias que dependen de la actividad.

El proyecto contempla alternativas para mantener la tradición turística mediante vehículos eléctricos, buscando un equilibrio entre seguridad, bienestar animal y desarrollo urbano.

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